martes, marzo 1

asi mismo

El alma pareciera resecarse, y se siente atrapada. No sólo los días se hacen más largos, las noches se hacen eternas. Las paredes poco a poco comienzan a llenarse de rallas y garabatos sin sentidos mientras que el aire se va poniendo cada vez más denso. La tensión del aire llega a tal punto que parece que se respira barro.

La mente se transforma en tu peor enemiga. No descanza, no se despega de lo suyo, no la puedes engañar. No se canza de buscar, escucfriñar, descifrar, analizar, repazar, indagar, proyectar, torturar, lastimar, enrostrar; no deja pasar ningun movimiento, sin que necesite una explicación inmediata, y que pueda ser unido a una gran cadena de sucesos y sufrimiento. No es capaz de desconectarse un minuto para dejar en paz.

La duda se apodera incluso de lo que comes y lo que bebes, y lo que dices, y lo que haces. a quien frecuentas, a quien rechazas, lo que esperas, lo que necesitas, lo que quieres.

y esa voz interior ya no conserva la cordura, su unica razón de ser. ya nisiquiera tiene voz, pues su garganta a este punto ya se ha desgarrado intentando decir lo que no se escucha. inetentando detenernos. intentando retenernos. intentando consolarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y cuando sientes que está todo bien, es sólo una ilusión de la mente y el corazón para soñar que estamos bien pero todo comienza nuevamente como un torbellino que nos atrapa sin darnos treyua...Ricardo Reis