lunes, diciembre 17

Mi silencio

El silencio es capas de responder preguntas que las palabras ni siquiera se atreverían a preguntar. El silencio es muy sabio. 

El silencio es el único amigo que toma tu mano en los momentos de soledad y de dolor. Cuando todos los demás te han dado la espalda, sólo el silencio te acompaña. Algunos le temen, pero en verdad es una de las mejores compañías. Aveces su sola presencia reconforta el alma. Aveces el silencio sale en tu defensa y es  capaz de hacer un gran daño. 

El silencio es una oportunidad única y maravillosa, normalmente las cosas que nos decimos a nosotros mismos, pero aquellas que dan sentido y que son importantes de verdad, son dichas en compañía del silencio, que es una gran consejero, es aveces comprensivo y aveces implacable. Pero siempre que le ponemos atención y escuchamos su consejo, por muy doloroso que sea, puede llegar a ser importante. 

Por alguna razón, que ya no recuerdo, en mi vida el silencio ha sido un gran compañero. Una compañía que no incomoda, sino que en verdad es grata. Aveces me encuentra en mi momento de agonía, cuando el mundo pesa sobre mis hombros, cuando sólo el dolor y la desesperación quieren hablar con migo. Y es ahí cuando agradezco su compañía. 

¿Porque habría entonces de abandonar el silencio; si el, no me abandona a mi? Y es que en estos días, agitados por tantos exámenes, de final de semestre, apenas tengo un minuto para mi... y siento que el aliento se me va del cuerpo, y que todo se va volviendo gris, vuelve a mi de inmediato. Se sienta a mi lado, me regala una sonrisa, y aveces incluso, me canta una canción. 

¿Porque habría entonces de abandonar el silencio?