martes, septiembre 1

Vives o No-Vives?

Cada día, a cada segundo ¿Cuantas personas pasan al lado de nosotros pensando en cuanta gente camina junto a ellas sin siquiera detenerse a meditar lo que pensarán?

Nuestra vida, la existencia misma es compleja. Es una infinita gama de posibilidades diarias, a cada minuto, en cada instante. Es un aprendizaje, aveces doloroso, aveces implacable, pero que nos regala momentos increibles: verdaderos milagros. Esta vida, es lo unico que realmente poseemos. Es nuestra, y es nuestro todo. Nada hay en nosotros que escape a ella. Es maravillosa, es dolorosa, es increible, es rutinaria, es sorprendente. Y por sobretodo es única, pues no existen dos iguales.

Pero cuando miramos al resto de las personas, cuando estamos rodeados en un mar de gente, al ir por la micro mirando como transcurre la vida cotidiana, al estar en un balcón mirando a la gente pasar, nos da la sensacion de que nuestra vida realmente no importa. "Si yo no estoy, todo, con exepcion de mi entorno inmediato, sigue exactamente igual" Nada tiene sentido, pues todo es para nada.

Exactamente así es como se sentía esa muchacha. Y este vacío le llevó a tomar una desicion importante: había decidido morir. Simplemente no viviría más, se iba a dejar morir. Sin resistencias ni esperanzas.

Y así comenzó a transcurrir su no-vida, vacía, gris, con mesquinas alegrías pasajeras, pero sin felicidad de la verdadera. Era sólo cuestion de tiempo, ella sabía que vendría pronto, y llevaba muy bien su tarea de no-vivir.

Y pasó el tiempo, y se la pasó la no-vida. Realmente mucho tiempo pasó, hasta que la buena muerte golpeó las puertas de su casa. y cuando esto por fin sucedió, en el ultimo instante de su no-vivida vida, se dió cuenta que desde hace mucho tiempo, no sabía porque había decidido morir. Se sintió estupida, debía de estar disfrutandolo, pero en verdad no tenía sentido.

Ese ultimo momento de vida, aquel que esperó por tanto tiempo, aquel que decidió hace tanto tiempo atrás, aquel momento por el que se levantaba cada día... simplemente no lo vivió, fue uno más, el último momento de su no-vida.

El Hombre Que Un Dia, Como Cualquiera, Pensó Que Su Vida Completa, La Cual No Había Disfrutado Como Hubiera Querido Era Un Sueño Del Que No Despertó.

Entonces, simplemente supo que no estaba durmiendo.