Cuando todo parece ir exelentemente bien; cuando todos tus deseos, más profundos, comienzan a acercarse y la suerte te comienza a sonreir... duda.
Cuando todo parece ir espantosamente mal; cuanto todos tus temores, más profundos, comienzan a acecharte y la suerte te de la espalda... duda.
La cautela quizás le robe un poco de dulzura a los triunfos, ya que no nos dejamos llevar por la euforia, pero por otra parte le resta amargura a los fracasos, ya que no nos obnuvilamos en el dolor ni en la desesperanza.
La cautela me ha mantenido vivo y en pie. Normalmente no es una de mis mejores amigas, pero en este ultimo tiempo, ha sido mi brujula, y alegría.
No es que no crea en las promesas, no es que no crea cuando me miras de esa manera, no es que no crea en la verdad de aquellos momentos... no es que no crea... es que dudo, dudo de esas promesas, dudo de esas miradas, dudo de esos momentos.
Oh felices y benditas dudas, que aun me hacen respirar.
Hoy me toca estar otra vez hasta abajo... en la oscuridad. Y mañana ¿donde vamos a estar?
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